martes, 21 de enero de 2014

LONDRES, ESA TIERRA PROMETIDA




“Londres, tierra prometida. La emigración de jóvenes titulados universitarios catalanes a Londres”, así tiene por título la investigación de Clara Rubio Ros, de la Universidad de Lleida, en el que analiza las experiencias de una decena de jóvenes catalanes con titulaciones universitarias que emigraron a Londres y conocer sus motivaciones, qué se han encontrado y cuáles son sus expectativas de futuro.

Mediante entrevistas a profundidad, la investigación va desgranando lo que la autora llama “seis momentos” de la migración: la situación antes de migrar, cómo se construye la idea de irse, situación en la ciudad de destino y perspectiva de futuro.

Los resultados de la investigación son por demás interesantes, entre algunos quiero destacar: sólo el 20% de los entrevistaron usaron alguna de las instituciones públicas para asesorarse, manifestando que los servicios que les ofrecieron no fueron útiles. El 30% confesaron que en la propia universidad les pidieron que se fueran del país porque en Cataluña no tienen opciones laborales. Todos confirmaron lo duro que es vivir los primeros días/semanas en Londres. Destacan que la integración en Londres no depende del origen del migrante, sino de la clase social a la que se pertenezca.

En retrospectiva, todos ellos consideran que su marcha ha sido una pérdida para Cataluña: "yo no quiero volver, es como un suicidio profesional, ¿me entiendes? "¿Volver para qué? ¿Por el sol y las tapas?" "[haberse] quedado en Barcelona, no hubiera sido un cerebro fugado, habría sido un cerebro muerto, un cerebro seco, desaprovechado, encerrado en casa viendo la tele, hubiera sido un ni-ni”.

Quizás el estudio no se pueda extrapolar a una situación migratoria compleja de todos los jóvenes españoles, pero sí supone una aproximación cualitativa para entender la emigración de los jóvenes catalanes desde sus propias perspectivas.


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